La pintura facial tiene un atractivo especial tanto para niños como para adultos, añadiendo un toque de fantasía y creatividad a eventos y celebraciones. Sin embargo, bajo la superficie de esta actividad aparentemente inofensiva se esconden riesgos potenciales que requieren atención. Comprender y abordar estos riesgos es vital para garantizar una experiencia segura y agradable para todos los involucrados.